martes, 22 de marzo de 2011

IV

Me robe los veinte poemas de amor para ella,
y al final tuve que quedarme con la canción desesperada.

Le lleve esperanza y a cambio me quedé todo lo desesperanzador.

He creído que será diferente cuando el día conozca la noche,
cuando el sol se tome su descanso
y nos de motivos para extrañarle
cuando la luna me vuelva a servir de señuelo para conquistar señoritas, conquistarlas no será difícil, lo difícil será llegar hasta ellas.

Cuando el verano tenga mas prisa que el invierno
y los accidentes dejen de ser incidentes disidentes poco elocuentes, como algunas combinaciones de palabras que usamos muy frecuente solo porque sus fonemas son parecidos aunque sus morfemas estén tan distantes como ella de mi.

Mejor dejo de escribir ya he vuelto a mezclarla.

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